Federico Depetris se anotó las dos veces en el marcador. El delantero de Rivadavia fue una pesadilla para la defensa local
Un “triunfazo” y de real valor para arrancar. El nuevo camino de Rivadavia en el Provincial tuvo luz verde ayer en Pascanas ya que, con ambos goles de Federico Depetris, derrotó 2 a 1 a Atlético en el cotejo válido por la primera fecha del campeonato que organiza la Federación Cordobesa de Fútbol.
Escribe: Juan Pablo Morre
Pese al poco rodaje, la interesante labor de sus individuales para vulnerar en ataque y el esfuerzo colectivo para sostenerse en los momentos de zozobra, le permitieron al Verde obtener una victoria meritoria en un campo muy difícil y ante un rival que mostró ímpetu sobre el final del cotejo.
Después de una primera media hora donde ambos elencos lograron controlarse, Rivadavia tuvo, en el banco, un ingreso clave. Es que Lucas Giménez le brindó el desequilibrio que necesitaba el “Verde” y desde allí su juego se potenció porque Federico Depetris encontró asistidor, Strumia se acomodó y el crecimiento del resto provocó que el trámite se torciera a favor del cabralense, que después encontró la diferencia. Además, defensivamente acrecentó su nivel, a punto tal que fue un punto alto en el desarrollo del resto del cotejo.
Apenas se jugaban segundos, Rodrigo Santoni intentó sin suerte conectar una pelota que llegó al área rival. Dicha acción, sin peligro, igual mostró la faceta con ambiciones del “Verde” en un inicio que lo mostró mejor posicionado y con la pelota. No obstante, pese al juego activo y agresivo que quiso instalar, mostró fallas para la recuperación de la pelota, por lo que el local, con los minutos, se acomodó en la zona media y respondió con peligrosidad a través de las proyecciones de Caranta por la banda izquierda.
Un par de apariciones del volante por izquierda le permitieron a Atlético pasar a ser dominador de un juego que mostró otra fricción y cierto desorden en la visita, lo que le trajo buenos dividendos al anfitrión, inquietando principalmente por los buenos ejecutantes que posee. Por lo que a los ocho minutos Gobbi estuvo atento para tapar un tiro libre envenenado y ahí nomás Balbis, tras yerro del fondo verde, quedó en ocasión de gol y fue derribado, algo que el referí ignoró.
Más allá del lapso de minutos que dominó el local (le ganó consecutivamente los rebotes en la zona media), Rivadavia respondió por su poder individual y las buenas trepadas de Facundo Depetris, quien tuvo un tiro libre que salvo bien Castro. Promediando la etapa Berterame sufrió una molestia muscular y lo remplazó Giménez, que provocó un cambio posicional que le brindó interesantes respuestas al elenco de Santoni.
Es que Giménez aportó frescura con la pelota y Strumia, en la zona central, acrecentó su nivel. Por lo que acoplándose al buen trabajo que venían realizando los hermanos Depetris y un mejor sostén defensivo, hizo que Rivadavia cerrará con mejor impresión el período y con chances de peligro, como una definición muy cerca de “Fede” o un tiro libre de Rodrigo Santoni.
Justamente, dos de los mejores hombres del “Verde” en el partido generaron la apertura del marcador. Es que apenas empezado el segundo tiempo, Giménez cruzó de derecha al medio y asistió el buen movimiento de Federico Depetris, quien marcó el 1-0 con remate cruzado.
El local sintió el impacto, aunque Rivadavia empezó a retroceder en el campo de juego y cedió la pelota sosteniéndose acertadamente por su hombres de atrás, que conformaban una línea de cuatro ante el retroceso de Depetris y el ingreso de Franco Rojas por lesión de Franco Santoni.
Por lo tanto, Atlético tuvo posesión de pelota y campo, pero Rivadavia, cuando logró captar la pelota, la manejó con criterio y controló el trámite y estuvo cerca de ampliarla cuando Matías Rojas tiró tras tiro de esquina y encontró la buena respuesta de Castro. La insistencia del local y la buena entrada de Tejeda (tuvo un tiro apenas desviado), mostró mejoría en el local, pero igual la visita, con un trabajo colectivo considerable para seguir siendo dueño del partido, también respondió con chances claras de gol.
Por lo tanto, después de esos minutos donde Atlético quiso y no pudo, el “Verde” volvió a atacar a través de un enchufado “Fede” Depetris, la inteligencia de Santoni para provocar faltas y la sapiencia de Giménez con el esférico. Y lo vulneró nuevamente; es que Rodrigo recibió falta (por la misma el defensor Lasserre vio la roja por doble amarilla) y llegó el centro de Giménez al área y allí Depetris impactó a gol con un cabezazo (complicidad del arquero rival en su único yerro del partido).
El segundo gol lo sintió el local y le brindó una inyección importante al “Verde” que empezó a manejar acertadamente el partido, aunque desaprovechó la chance de dar el golpe final cuando Depetris definió por arriba, tras otra asistencia de Giménez, y como respuesta llegó el descuento de César Sappei (gol de cabeza tras tiro de esquina), lo que provocó un desenlace para sufrir al “Verde” que, además, sufrió con los cinco minutos de adición del referí.
Ello revitalizó a un local que, con uno menos, igual se fue con todo por el empate y estuvo cerca de lograrlo con un remate de Sappei que se fue muy cerca del palo derecho de Gobbi. No obstante, Rivadavia contestó con Santoni, quien hizo una buena maniobra y definió perfecto, pero la pelota impactó dos veces en el travesaño y se perdió por el techo del arco. Increíble. Igual, el árbitro decretó el final y se confirmó la victoria justa e importante para Rivadavia en el inicio del Provincial.
La figura
Federico Depetris sobresalió en el debut del “Verde”. Marcó los dos goles y desequilibró cuando se lo propuso a la última línea. También fue destacada la labor de Lucas Giménez en su rol de asistidor y Leandro Márquez. En líneas generales fue positiva la labor de Rivadavia. En el local, buen trabajo de su volante central Sappei y el PT de Caranta.
El árbitro
Ramiro Siravegna, de Río Cuarto, mostró ubicación y eso le permitió tener aciertos constantes en sus fallos. Igual, se equivocó en no sancionar un penal a favor del local en el primer tiempo, a la vez que interpretó que no hubo intención en una mano de un jugador local. En líneas generales tuvo un buen papel.
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